Aunque a un ritmo menos intenso que en otros países de la región, la presencia de los evangélicos en la vida política de Uruguay está creciendo, fundamentalmente al abrigo del Partido Nacional. Su interés por jugar ese juego es tal que han desarrollado escuelas de formación y espacios de reflexión política. Mientras, la izquierda, a la luz de las consecuencias de su crecimiento en la región, ve con espanto el fenómeno, pero no parece tener capacidad analítica, ni herramientas adecuadas para enfrentarlo.
Como los panes y los peces que según el relato bíblico multiplicó Jesús, así se multiplican los evangélicos en la región, particularmente su ala conservadora (véase recuadro), y lo hacen poniendo especial interés por participar en la vida política. Es así que han sido claves en el triunf...
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