Ríos de tinta han
corrido intentando delimitar la relación entre vida y literatura, incluso
cuando definir cada término de la comparación ha sido un calvario. Dicho
vínculo puede ser explorado desde dos ángulos; por un lado, el rol de la
literatura en la vida, por otro, la presencia de la vida en la literatura, en
tanto cada obra contiene una concepción vital incrustada en su trama. No
fumes ni vayas a la guerra, colección de cuentos de Cecilia Ríos, presenta
11 escenarios con personajes llenos de vitalidad que atraviesan distintas
situaciones de la cotidianidad. Pero ¿cuál es su concepción de la vida?
El
título del libro, llamativo en tanto une dos acciones disímiles e inicia la
lectura con la negación imperativa, puede dar alguna pista para responder a la
pregunta, aunque no se logra...
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