Desde marzo de 2020 hay ollas populares en los barrios. La crisis económica y la escasa respuesta del Estado hicieron que vecinas y vecinos se organizaran para asegurar un plato de comida a quienes lo necesitan. Pequeños comerciantes barriales, organizaciones sociales y sindicatos apoyaron los primeros fuegos. Las ollas y merenderos formaron redes de colaboración e intercambio. En el área metropolitana muchas de estas iniciativas se agruparon y formaron la Coordinadora Popular y Solidaria (CPS). Dos años después, a pesar de las mejoras en los indicadores macroeconómicos, el derrame sigue sin llegar a los más necesitados. Según un informe elaborado por CPS (a solicitud del ministro de Desarrollo Social, Martín Lema) hay 179 iniciativas entre ollas y merenderos populares, que sirven semanal...
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