La secuencia, a medida que avanza, va creciendo en su maquillaje y su sofisticación. Arranca, además, en la periferia de la región, donde Estados Unidos continúa siendo la fuerza hegemónica, y llega hasta el corazón mismo de Sudamérica –y principal potencia regional–: Brasil, pasando como escala intermedia por un país socio del Mercosur como Paraguay, parte del grupo de países sudamericanos que formó un bloque relativamente autónomo en la década pasada y empezó a aplicar mecanismos propios para resolver sus conflictos.
A principios de la década pasada, las nuevas instituciones regionales como Mercosur y especialmente Unasur habían servido para evitar la interrupción de regímenes democráticos en Ecuador y Bolivia, y conflictos bilaterales como Colombia/Venezuela, Colombia/Ecuador o Boliv...
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