La reciente invasión a la costa próxima a Caracas por pequeños comandos fue reducida por las fuerzas leales a Nicolás Maduro con sorprendente facilidad. Lo difícil, en cambio, se presenta con el cierre de las vías para los acuerdos políticos, bajo el peso de una grave crisis social y económica.
Desde
Caracas
Rebeldes venezolanos, con el apoyo de mercenarios estadounidenses, intentaron un golpe de mano,
el 3 de mayo, para atacar y quizá capturar al presidente Nicolás Maduro: a
bordo de pequeñas lanchas buscaron infiltrarse por las playas cercanas a la
capital, pero fueron descubiertos. Ocho resultaron abatidos y 18 fueron
detenidos, según la información oficial.
El primer episodio se registró en Macuto, una población a orillas del
mar Caribe y 32 quilómetros al noreste de Caracas,...
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