Un festival indiependiente - Brecha digital
Feel de Agua en vivo

Un festival indiependiente

El sello y colectivo Feel de Agua es, hace tiempo, una de las principales fuentes de música nueva en nuestro país, y el sábado 17 de diciembre varios de sus principales artistas –más invitados– desfilarán en un doble escenario en la Sala del Museo.1

DIFUSIÓN, CAROLINA ACOSTA

Hace unos 15 años, hubo alguna alineación de astros o una tómbola con los números ganadores, porque empezaron a aparecer, sin parar, solistas, bandas y colectivos musicales con una gran creatividad e iniciativa. Muchos conciertos y discos que aparecían aprovechando las posibilidades de las redes y hermandades que necesitaban compartir música. Una escena se estaba gestando y, así, la voz de una generación.

También hubo festivales. ¿Recuerdan las varias series de Peach & Convention? Dos escenarios enfrentados cortando la cuadra de Durazno y Convención y un montón de bandas tocando sin parar durante dos días. Había remeras con la cara de Jaime Roos, y el mismísimo una vez encargó una.

Parecía que esto no tenía freno, pero de a poco la energía fue bajando. Varios boliches fueron cerrando, como el mítico Solitario Juan y, luego, Tundra Bar, casa de varios de estos conjuntos. El Peach & Convention era cada vez más difícil de llevar adelante, sobre todo por el desgaste acumulado. Finalmente, la pandemia cortó todo por un buen tiempo.

Ahí es cuando entra la magia y la resistencia de uno de los sellos independientes y principales colectivos que han estado desde el inicio, porque Feel de Agua mantuvo su actividad al máximo dentro de las circunstancias. Siguieron sacando discos y, apenas se pudo, volvieron a hacer conciertos compartidos.

FEEL DE HISTORIA

Antes de ser un colectivo, se trataba de varios artistas que grababan, mezclaban y editaban sus discos junto con la cabeza detrás del sello: Fabrizio Rossi, músico y productor. La idea era la siguiente: llamabas a Fabrizio, le contabas tu idea, ibas a su casa o algún sitio amigo, él grababa, luego varias sesiones en su estudio mezclando y produciendo, hacías la tapa y el disco se subía al sitio web oficial del sello, donde se podía descargar de forma gratuita. La idea de hacer música y su materialización no tenían una distancia grande: soñar era posible y realizar el sueño también. Rossi, mesías de la música popular independiente.

Mientras el sello generaba más trabajos, se vislumbraba una estética que tenía como base el indie y el rock alternativo, y también había otras cosas, sobre todo en la línea experimental. Lo bueno es que el abanico siempre ha sido amplio: desde indie rock clásico –voces, guitarras, bajo, batería y sueños de adolescente– hasta cosas más electrónicas o netamente acústicas, como el proyecto de Música para viajes interdepartamentales. Hoy por hoy, el sello ha editado varios de los discos más renombrados de los últimos años y, como los protagonistas e invitados solían repetirse, fue inevitable que naciera un colectivo que iría más allá del trabajo en estudio.

A comienzos de 2020 estaba programado un festival a su nombre y era, de alguna manera, el inicio para hacer del sello un colectivo que se pronunciaba como tal públicamente. Pero sucedió la pandemia y ese grito tuvo que esperar. Sin embargo, fueron buscando otras maneras. Una de ellas fue el constante lanzamiento de trabajos discográficos, tal vez el período más productivo que hubo en el sello, por cantidad y madurez. Por otro lado, una comunicación en la que hasta el lanzamiento más solista se pronunciaba como parte de un colectivo. Finalmente, apenas se empezaron a abrir las puertas, los conciertos a nombre del sello empezaron a florecer, incluso algún que otro ciclo, como el de la Sala Lazaroff.

Más de dos años después, reaparece el festival de Feel de Agua y, viéndolo en retrospectiva, para mejor, porque la música está más firme, variada y madura, y así también el colectivo como tal, porque pensar en cualquiera de los nombres de quienes aparecerán en el festival es pensar en el sello.

NO HAY QUE LLORAR POR WOODSTOCK

Sala del Museo, sábado 17 de diciembre, desde las 17 horas. Dos escenarios: uno adentro y otro en el patio. Ocho horas de música ininterrumpida. Diez bandas de Feel de Agua y dos artistas invitadas. Habrá feria de ediciones independientes, cantina, estand del sello y, al final, un DJ y fiesta. Tenemos una semana para entrenar y estar listos para una verdadera maratón, pero, antes, algunos detalles musicales.

El festival expondrá el abanico musical que constituye el sello. Para empezar, el terreno del indie rock, que estará cubierto por Cielos de Plomo y su melancolía etérea y paisajística, y Excelentes Nadadores, con sus canciones para adelante, que cada vez tienen más diálogo entre sus instrumentos, destacando el entretejido melódico entre teclados y guitarras. También estará Patricia Turnes y Los Paquitos, que no es estrictamente ese género, porque la forma de encarar la música lo hace bastante ecléctico y hasta excéntrico. Otra cara será Señor Faraón, que llevará las cosas al rock en un sentido más clásico, no así menos original. Hace poco lanzó dos nuevos temas que lo acercan un poco más al indie y, con ello, el primer lanzamiento de la superbanda que lo viene acompañando hace un tiempo. Finalmente estará Genuflexos, que luego de su tercer álbum casi que desaparecieron de la escena. El festival comprende su retorno y así la oportunidad de ver una experiencia musical que lleva las cosas a un terreno de experimentación muy particular, además de un nivel instrumental y de ensamble pocas veces visto en bandas uruguayas.

La cara electrónica del sello tendrá varios de sus referentes. Isla de Flores y Salvamento presentarán una música que combina electrónica y pop, donde lo bailable y lo meditativo juegan entre líneas y los ambientes nocturnos prevalecen. También estará Amigovio, un pop de teclados y máquinas de ritmo en el que Flavio Lira adopta un personaje de karaoke con una sensualidad bizarra y un uso extraño de lo kitsch –pero, aun así, con bastante profundidad–, dejando al público sin entender la línea entre la seriedad y la burla. Y por supuesto estará Mux, la banda que combina casi todo lo del sello: rock alternativo, pop, electrónica, ambientes etéreos, algo bailable, oscuridad, melancolía, eclecticismo, muchos teclados.

El festival tendrá, además, tres propuestas que hay que remarcar. Para empezar, el reciente cuarteto femenino Deforma, que, con muy poquitas presentaciones y solo dos canciones en redes para escuchar, se ha vuelto una promesa. Aunque sigue la línea del sello, tiene aspectos que le son propios, como cierta forma de armonizar en conjunto con todos los instrumentos, voces que se deslizan de una nota a otra y un ambiente que recuerda a Warpaint, Joy Division y Depeche Mode. Otra a destacar es Niña Tormenta, el proyecto de la chilena Tiare Galaz, que estuvo hace unos meses aquí, en la Sala Lazaroff, y que con su cuatro, percusiones y voces cubrirá la cara acústica que también constituye al colectivo. Por último, Sylvia Meyer también estará allí y no casualmente. Hace poco se lanzó un compilado de covers de ella interpretados por artistas del sello y, coincidentemente, a los días Sylvia estaba anunciando su nuevo disco, ¿Quién?, que tuvo una mágica presentación en el Solís hace unas semanas. Dados estos acontecimientos, podemos tener una visión retrospectiva de Meyer como una precursora de esta escena, una especie de madrina que acompañará a quienes influyó. ¿Cómo será su presentación ante tal radical cambio de escenario y ambiente? ¿Qué diferencias habrá en la música entre una presentación y otra en tan poco tiempo? Habrá que estar ahí para responder.

A una semana del festival y mientras esperamos la fecha, podemos recorrer la música del sello, que va más allá de estos artistas. Pero ya hay que dejar en claro que este festival reúne mucho más que música, pues es parte de la voz de una generación activa y creativa, y que cree en lo más necesario de nuestros tiempos: el trabajo colectivo.

1. Las entradas están disponibles a través de Redtickets.

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