Según explica Justin Crumbaugh,1 en la Grecia antigua el término poiesis se refería a cualquier instancia en que se da vida a algo nuevo, la experiencia de la creación de aquello que antes no existía. Así de amplia es la definición ofrecida por Platón en El banquete y reiterada por Aristóteles en su Poética. De hecho, en los estudios de lenguas clásicas, la traducción que se suele hacer de poiesis no es “poesía” sino “producción”. La poesía y las artes en general son sólo ejemplos privilegiados de este fenómeno; también constituyen poiesis la artesanía, la carpintería, la agricultura, incluso la propia naturaleza, que continuamente produce vida nueva. La poiesis no se limita, pues, a la actividad del ser humano; y aunque puede expresarse a través de un individuo dado, es un fenómeno radica...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate