Una serie de episodios determinó que en las últimas dos semanas periodistas y abogados se hayan ganado la escena pública. Semanas atrás, una mujer denunció haber sido víctima de una violación por parte de cuatro hombres en el barrio Cordón. Un periodista –Ignacio Álvarez– ganó visibilidad por difundir fragmentos de audios de algunos segundos, aparentemente grabados la noche en la que ocurrió el hecho, con el objetivo de poner en duda el carácter de la denuncia. Los audios –que nada prueban y nada desmienten– expusieron la voz de la víctima sin filtros a la luz pública. El episodio fue interpretado como un delito. Aunque un allanamiento ordenado por la fiscalía, con el objetivo de hacer la trazabilidad de los audios, oscureció las aguas del debate.
El artículo 92 de la Ley de Violencia ...
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