La situación da miedo. Huele a muerte y a manipulación. Surgen las preguntas: ¿Qué está pasando realmente? ¿Nos dicen la verdad? ¿A quién le conviene todo esto? Siempre que alguien da la versión oficial (la versión oficial siempre cambia según quien hable), la sospecha sobre a qué intereses sirve es razonable. Pero ¿no convendrá, también, sospechar de los sospechadores?
Depende de
las simpatías geopolíticas. Unos dicen que el virus
viene de un laboratorio en China, otros, de Estados Unidos. Otros dicen que en
realidad el virus no es para tanto, pero que las medidas contra la pandemia
esconden la imposición de oscuros intereses para ganar plata o imponer una
dictadura mundial. En Uruguay, hay quienes se han hecho eco de esta teoría.
Hoenir Sarthou escribió: “La pandemia nos ha permitid...
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