Conviene notar antes de comenzar a leer este libro que uno no está ante una nueva novela de un joven autor estadounidense, sino que el escritor tras Interestatal nació en 1936 y la novela fue creada en 1995, la sexta de las 18 que lleva publicadas (además de 16 colecciones de cuentos). Y digo que conviene notar lo anterior porque si uno entra distraído corre el riesgo de imputar ciertos atributos de la escritura de Dixon a homenajes o influencias anacrónicas, cuando son, en realidad, rasgos comunes a la generación literaria en la que su obra se enmarca. Así, no es extraño encontrar características que lo emparentan tanto al realismo sucio de Raymond Carver como a la literatura de John Barth que influyó en sus cogeneracionales Thomas Pynchon y Don DeLillo, ni el impacto del experimentalismo...
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