Basta
recorrer unos metros la calle de tierra que conduce
al complejo de los juveniles del Club Atlético Cerro para empezar a ver el
paisaje de viviendas de madera recién levantadas o en plena construcción. Casi
todas tienen nombre, el de la familia que la habita u otros más divertidos:
Madagascar, Estancia El Hueso.
Se estima que Santa Catalina, barrio
bañado por el Río de la Plata y delimitado por Casabó y el casco del Cerro –que
observa todo desde una cercana lejanía–, tiene una población de 8 mil
habitantes, de donde proviene –entre fines de 2019 y principios de 2020– buena
parte de las más de setecientas familias que ahora están instaladas entre los
caminos Burdeos, Dellazoppa, Ferrés y Sanfuentes, abandonados hace 50 años.
Desde Dellazoppa se puede apreciar la
inmensidad del a...
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