Mediante el impacto que generó la planta de Conaprole de San Ramón sobre el río Santa Lucía, investigadores de la Udelar demostraron que los efluentes industriales pueden ser verdaderos criaderos de cianobacterias. Recién desde mayo del año pasado un nuevo sistema de tratamiento de residuos funciona a los ponchazos, aunque Conaprole sigue en falta. El vertido de los desechos desde hace años corre por las cañadas y desemboca mediante caños directamente en los campos vecinos.
En plena ola de calor, las aguas
convertidas en sangre verde bien podrían ser la primera de las diez plagas de
Egipto. Después vendrán las ranas, las moscas, el granizo y el fuego. Para
dejar de creer que los dioses nos han castigado divinamente con una mancha
verde sobre nuestros ríos y playas, hay que dirigirse ha...
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