En abril de 2020 el Poder Ejecutivo flexibilizó la normativa relacionada con el mercado de la vivienda promovida en todas sus aristas. Atendiendo las demandas de los promotores privados, se eliminaron los topes de comercialización, se ampliaron las renuncias fiscales, se barrieron las restricciones de construcción y se establecieron beneficios específicos para ampliar el mercado del arrendamiento de viviendas construidas bajo esta modalidad de exoneración impositiva. Las medidas no ayudaron mayormente a que las viviendas lleguen a los sectores de menores ingresos, como lo previó la normativa, pero abrieron las ventanas para que ingresaran inversiones extranjeras (véase «Renta promovida», Brecha, 1-X-21). Desde entonces se presentaron alrededor de 200 proyectos nuevos, todo un récord en co...
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