Perlas en el arranque de las internas - Brecha digital

Perlas en el arranque de las internas

La campaña electoral.

Guillermo Facello y Edgardo Novick en 2017 / Foto: Fernando Pena

La campaña electoral en curso hacia las internas de junio tiene, en los partidos donde hay competencia, juegos varios, algunos desgajamientos y zancadillas entre precandidatos pertenecientes a una misma colectividad.

Uno de los hechos más significativos es el ocurrido con el Partido de la Gente (PG), de Edgardo Novick, en su momento candidato por la Concertación a la Intendencia de Montevideo. Pasado el tiempo, Novick decidió jugar en el ámbito nacional, formando el partido de marras con figuras que antes pertenecían a sus antiguos aliados blancos y colorados e intentando matrizar en la sociedad la idea de que un empresario exitoso podría modificar la forma de hacer política, en la medida en que no requiere de ella para solventarse. Luego, su discurso comenzó a girar cada vez más a la derecha, al punto de festejar en Rivera el triunfo de Jair Bolsonaro en Brasil, e hizo hincapié en el tema de la inseguridad ciudadana y el combate a la corrupción. “Tolerancia cero a la delincuencia” es una de sus banderas principales y para ello obtuvo la incorporación del ex fiscal Gustavo Zubía, un personaje capaz de calificar de “frutillita” a un comunicador que le cuestionó que anduviera armado. También contó con la adhesión, tres años atrás, del diputado Guillermo Facello (un colorado proveniente de los “amigos” de Óscar Magurno, electo por el sector de Pedro Bordaberry), del senador, también colorado, Daniel Bianchi y del diputado nacionalista Daniel Peña.

A Bianchi lo expulsaron del partido luego de que protagonizara un siniestro automovilístico al conducir alcoholizado. Pero los problemas para Novick empezaron cuando las encuestas comenzaron a reflejar un estancamiento de su sector, seguramente producto de que dejó de ser el único empresario exitoso en el mundo de la política. El precandidato blanco Juan Sartori emergió como el otro hombre de fortuna, que llegó para demostrar que existía otro “gestor” capaz de insertarse en ese ambiente.

Aunque las intenciones de Facello parecen dirigidas a reingresar al Partido Colorado (en esta colectividad hay fuertes resistencias para aceptar su regreso), el diario El Observador informó, con base en fuentes, que el legislador también había tenido conversaciones con Alem García, uno de los operadores de Sartori.

A su vez, la dupla Facello-Zubía había decidido, a partir de su lista 12000 y con el ex fiscal a la cabeza, competir con el propio Novick por la candidatura del PG como forma de “dinamizar” el sector. Pero la consecuencia de esa actitud, según declaraciones de Zubía a Canal 10, fueque el líder del PGles había “cortado el combustible”, indicando la falta de apoyo financiero para que la 12000 tuviera vida. La conclusión de estos episodios es que el PG discute por estas horas la forma de expulsar a ambos de la organización; a Facello ya le retiró la confianza. En definitiva, el castillo comenzó a desmoronarse en unas pocas semanas.

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Desde el inicio de su campaña, Sartori ha sido recibido como un advenedizo en filas del Partido Nacional. Y se lo han hecho saber de diferentes maneras. De sonrisa permanente, el ex Ceo de Union Agricultural Group (Uag) se ha caracterizado por la ausencia de propuestas. Su mayor eslogan era construir un Plan de Todos y su campaña se dirigió a escuchar a la población para elaborar su programa. Sus primeros planteos se conocieron la semana pasada, cuando, entre otras cosas, propuso crear 100 mil nuevos empleos, sin explicar en profundidad cómo lo haría. En anteriores spots televisivos, distintas personas señalaban sus preocupaciones, y una de ellas indicaba que no “necesitaba robar”, porque ya tenía dinero.

Sartori se ha desplegado en todo el territorio y ha contratado gente para fortalecer el accionar capilar de su campaña. A su vez, ha participado, siempre acompañado de su esposa rusa, en distintas actividades que concentran gente. Así, estuvo en el Teatro de Verano (allí recordó que de niño veía a los cabezudos), en el carnaval de Artigas y en la Patria Gaucha, entre otros. Sus contendientes a nivel partidario señalan que ha logrado posicionarse en la interna blanca merced al abundante uso de recursos. Con la sonrisa a cuestas ha trepado al tercer lugar de las preferencias entre los votantes blancos, relegando al cuarto y quinto lugar a Enrique Antía y Verónica Alonso, respectivamente. Es más, en estos días existen versiones de que una devaluada Alonso acordaría con Sartori sumarse a su agrupamiento (Búsqueda, 28-III-19).

La reacción de los otros precandidatos blancos ha sido distinta. La frialdad es la tónica. También la descalificación. El intendente de Cerro Largo, Sergio Botana, sancionó a un funcionario municipal que concurrió a Montevideo en ocasión del acarreo que Sartori hizo hasta el Palacio Peñarol. Botana, perteneciente al grupo de intendentes que apoya la postulación de Antía, argumentó que participó en política en horario laboral. A Sartori lo llamó “candidatito” y, en declaraciones a Búsqueda, lo tildó de “comadreja”, aludiendo a un dicho de Luis Alberto de Herrera en 1959 con referencia a Benito Nardone (Chicotazo), un caudillo de origen colorado que ingresó a filas blancas y que, a los ojos del histórico nacionalista, traicionó las ideas del partido durante el primer gobierno blanco del siglo XX.

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En filas frenteamplistas, los episodios conflictivos no tienen esos ribetes, aunque la hermandad de los cuatro precandidatos y los apoyos sectoriales, en parte, se relativizan. La contienda parece polarizarse entre Daniel Martínez y Carolina Cosse. La ex ministra ha recibido el apoyo del sector mayoritario del FA, el Mpp, pero algunas declaraciones de su líder, José Mujica, no parecen propias de un gran entusiasmo hacia la candidata. Días atrás, en referencia a la obra emblemática de Cosse, el Antel Arena, el ex presidente afirmó, en medio de una polémica sobre los costos de la obra, que de haber conocido el costo final de la inversión “es posible que no” hubiera apoyado la realización. Enseguida relativizó sus afirmaciones, al remarcar la importancia del emprendimiento para la sociedad uruguaya. Y, para cerrar, dejó claro el rol que desempeñará en las internas: “Algún poco voy a hacer, pero no voy a dejar el cuero en la estaca”. En buen romance: sus participaciones a favor de Cosse serán mesuradas. No obstante, ambos serán los oradores del acto aniversario del Mpp.

La candidata frenteamplista tiene un frente abierto con el incremento a más del doble del costo del Antel Arena, calculado originalmente en 40 millones de dólares y con un resultado final de más de 90. Como sucede en cada construcción o reforma –incluso en las obras domésticas–, los gastos siempre superan los calculados inicialmente, aunque tal vez no en esa magnitud. Cosse alegó que el Arena tuvo un sobrecosto,resultante de las obras que tuvieron que realizar en negociación con la intendencia montevideana y no estaban dentro del monto inicial: “Después de que empezamos a adentrarnos en el proyecto, apareció que teníamos que construir una escuela y el auditorio Canario Luna”, dijo a Carve. Así, volvió a cuestionar la gestión de Martínez, con quien en las últimas semanas ya había tenido diferencias, concretamente, con relación al destino de la antigua estación de Afe.

Donde no hay competencia, pero sí aparecieron algunas diferencias, fue en La Alternativa. La compañera de fórmula de Pablo Mieres (Partido Independiente), Selva Andreoli, dio a entender que votaría al FA en el balotaje. El candidato negó que en dicha coalición se hubiera tomado alguna resolución al respecto, y Andreoli aclaró sus dichos y negó que su voto fuera hacia el Frente en la segunda vuelta.

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