En su tercera visita al país, entre problemas con los micrófonos
–como no puede ser de otra manera– y preguntas estimulantes a cargo de la traductora Lil Sclavo, Jean Echenoz (1947) pasó de la seriedad al humor con la misma facilidad que en su literatura. Con más de una quincena de libros publicados, ganador de los premios Goncourt y Medicis, y traducido a más de treinta lenguas (en español la gran mayoría de sus obras han sido publicadas por la editorial Anagrama), la primera parte de la conversación giró en torno a las cuestiones de la escritura y la traducción. Echenoz explicó que lo que a él le interesa es el trabajo con la materialidad de las palabras, porque “un texto se improvisa, pero también se trabaja, se retoma y se reelabora” y “lo que yo trato de hacer es un trabajo con el ri...
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