A Luis Yarzábal, médico especializado en inmunología parasitaria, lo sentaron en el medio de la Amazonia venezolana y le pidieron que se sacara la camisa. Comenzaron, de a poco, a pintarle el tórax con pintura roja, pintura que los yanomamis crean al mezclar líquido caliente con las semillas de una planta de la zona. En ese momento, Yarzábal fue reconocido ante el pueblo originario como un amigo. «El rojo es el color de la amistad y de la fiesta», recordó el médico en su apartamento sobre la avenida 18 de Julio, donde, curiosamente, los colores predominantes de las paredes, los muebles y los adornos son rojo y amarillo.
Los yanomamis son un pueblo originario de unos 50 mil habitantes, que residen en la región amazónica desde antes de la época precolombina. Para evitar ser víctimas de l...
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