Se puede afirmar sin caer en la exageración que el año 2022 empezó y terminó con Gonzalo Fonseca (Montevideo, 1922-Seravezza, Italia, 1997). En los primeros días de enero abrió el Museo de Arte Contemporáneo Atchugarry en Maldonado, el acontecimiento más importante de la temporada. El museo comprende 75 mil pies cuadrados y alberga la colección de más de 500 piezas, entre las que sobresalen las de Wifredo Lam, Frank Stella y Joaquín Torres García. Pero de toda la colección, la gran novedad inaugural, la frutilla de la torta –una frutilla muy grande–, fue Madre Cava (1978) de Fonseca. Las razones de esta afirmación son fundadas: por su imponente porte –una mole de mármol travertino de 220 × 390 × 80 cm–, por la casi nula presencia de la obra escultórica de Fonseca en Uruguay1 y porque es u...
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