Aunque los avances en cuanto a la inclusión y el reconocimiento de derechos a personas con discapacidad resultan innegables, en lo que respecta a la sexualidad, la inaccesibilidad sigue siendo notoria. Allí abundan los silencios, la falta de información, la invalidación y los miedos. No obstante, algunos padres y madres, acompañados por profesionales, están logrando sortear estas barreras para garantizar la mayor autonomía y libertad posible de sus hijos e hijas.
“La gente te guarda como si estuvieras en una cajita de cristal, como que sos frágil”, afirmó Andy Barreiro, que se moviliza con andador debido a una discapacidad de nacimiento, además de tener disartria (dificultad para articular sonidos o palabras).
Sin embargo, contó, esta no fue su
experiencia personal en el ámbito fam...
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