La autoproclamación presidencial de Juan Guaidó –el pasado 23 de enero– inauguró un nuevo ciclo político en Venezuela. Es la primera vez, desde que el 2 de febrero de 1999, cuando Hugo Chávez fuera investido presidente, que el gobierno venezolano realmente siente la presión internacional a la que está siendo sometido.
Hoy gran parte del establishment bolivariano teme que los impactos de su actual aislamiento internacional supongan un mayor deterioro de la economía nacional y el comienzo de una primavera venezolana que liquide definitivamente un régimen que desde hace años no tiene legitimidad social.
A nivel global el mundo se ha dividido en torno a Venezuela. De un lado, apoyando a Guaidó, están Estados Unidos y la mayoría de los países de América Latina, junto al Parlamento Europeo y ...
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