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La sagrada familia

A contrapelo de la nueva agenda de derechos que ha consagrado el Parlamento uruguayo, empieza a tomar forma una corriente conservadora. Son legisladores que, de la mano de diputados evangélicos, buscan volver al modelo de familia tradicional. Semanas atrás sellaron su compromiso en el Parlamento.

La escena parlamentaria la representan una decena de legisladores delante de un cartel que, sobre un cielo parcialmente nublado, reza: “Salvemos a la Familia”. La frase, la tipografía y la marca registrada pertenecen a una Ong evangélica de afiliación pentecostal, fundada en Perú pero de alcance internacional, que rinde culto a la familia de corte tradicional en luminosos shows religiosos. Entre mensajes cristianos, el principal tema de su agenda –la lucha contra el aborto– está claramente jerarquizado en su sitio web, y las últimas noticias dan la pauta de las creencias que esta organización profesa: “Perú es un país pro-vida (se archiva proyecto de ley de despenalización del aborto por violación)”, sentencia uno de los titulares; lo que “todo caballero debería hacer por su bella damisela...

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