La pregunta maldita - Brecha digital
Destacados Suscriptores
Los excluidos de las Ayudas Extraordinarias del BPS.

La pregunta maldita

Los pediatras denuncian hace años que el servicio de ayudas especiales del Bps para niños con discapacidad vulnera el principio de igualdad, porque deja por fuera a los hijos de los trabajadores públicos y de los informales. La Inddhh les dio la razón el año pasado, agregó que es el propio Estado el que vulnera los derechos humanos e intimó al Bps a tomar medidas para reformar el programa. Desde el ente esbozan una respuesta que incluye falta de presupuesto y lentitud en el proceso.

Para quienes no son beneficiarios de las Ayex un tratamiento cuesta unos 10 mil pesos / Foto: Juanjo Castell

Hace al menos cinco años que los médicos de la Sociedad Uruguaya de Pediatría (Sup) plantean las inequidades en la atención de los niños y adolescentes comprendidos bajo el servicio de Ayudas Extraordinarias (Ayex) del Bps. Por fin, en diciembre del año pasado, la Institución Nacional de Derechos Humanos (Inddhh) levantó el guante y los respaldó en su denuncia: “Existe responsabilidad estatal por la vulneración de los derechos humanos de los niños, niñas y adolescentes con discapacidad y/o alteración en el desarrollo, no existiendo razones para su exclusión de la población comprendida por las Ayex”,dice la resolución del 23 de octubre de 2018.

“La
realidad es que tenemos categorías de niños por motivos tan arbitrarios como si
su padre trabaja en lo público o en lo privado”, resumió a B...

Artículo para suscriptores

Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social

Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.

Suscribite ahora

¿Ya sos suscriptor? Logueate

Artículos relacionados

Edición 1931 Suscriptores
Las dos caras de la «transformación educativa»

La segunda reforma

La formación de los docentes en Uruguay

Cien flores

Edición 1923 Suscriptores
La nueva malla curricular para la educación básica

«Vísteme despacio, que tengo prisa»