Más de un millón y medio de franceses salieron a las calles en estos días a manifestarse contra la nueva propuesta neoliberal del gobierno de Emmanuel Macron. Cocida a fuego lento en un largo año de protestas, la novel unión entre chalecos amarillos y sindicalistas reúne distintas broncas contra un mismo sistema y amenaza con desbordar los cauces de las viejas instituciones.
Por segunda
vez en menos de una semana, sin transporte ni clases
en muchas escuelas, liceos y facultades, con los servicios públicos cerrados o
funcionando en régimen de emergencia, el martes 10 Francia volvió a
paralizarse. Y nuevas grandes manifestaciones congregaron, otra vez, a cientos
de miles de personas, luego del millón y medio que salieron a las calles el
jueves 5 en alrededor de 300 pequeñas, medianas y g...
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