A los 21 años Mariana Enríquez publicó su primera novela, Bajar es lo peor (1994). En la radio la llamaban “la novelista más joven de la literatura argentina”. Hubo, sin embargo, que esperar diez años para la segunda, Cómo desaparecer completamente (2004), también de corte realista, y otros cinco para el cambio de registro que implicó su llegada al género del terror con su primer libro de cuentos, Los peligros de fumar en la cama (2009). En este conjunto de textos, publicados 15 años después de su primer libro, es donde Enríquez encuentra su lugar, una voz propia, en un subsuelo húmedo o en una casa abandonada.
En varias entrevistas la autora ha señalado que la elección del terror como género no fue casual; siempre estuvo ahí, como la primera lectura y el primer plan narrativo. La demor...
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