¿Estás pensando qué destino paradisíaco visitar en tus próximas vacaciones? Nada más placentero que reposar en una playa, con los piecitos sobre la arena fina. En una mano un libro y en la otra un vaso –vale también una lata– con alguna bebida espirituosa y refrescante. Nada importa, nada perturba, nada molesta. Ni siquiera interesa adónde va a parar aquel vasito que donamos a algún futuro arquitecto para que construya una pequeña obra de arte que el mar se va a encargar de destruir. Pero, ¿adónde irá a parar ese vaso?
Por el norte del océano Pacífico existe una isla formada por desechos principalmente plásticos provenientes de zonas terrestres; desde los restos que dejan los terremotos y tsunamis hasta el vasito de la playa que nos olvidamos de tirar en la papelera. Si bien no se sabe ...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate
