Utilicé esta frase, unos días atrás, en una mesa redonda sobre el 68 a la que fui generosamente invitado.1 Aunque mi tema debió haber sido la cultura, y aun, de ser preciso, la literatura, derroché mi tiempo en cosas que conozco de segunda mano para finalmente concluir apresuradamente con algún comentario sobre la cultura en los sesenta. El artículo que Alicia Torres publicó unos números atrás sobre dos empresas culturales del 68: la “Enciclopedia Uruguaya” y el “Capítulo Oriental”, me despertó las ganas de volverme a plantear, y ahora tratar, el tema de la cultura en ese año emblemático.
Vuelvo al recurrido tema de la crisis para señalar, sin entrar en detalles, que Uruguay vivía, en el 68, el recrudecimiento de una crisis económica que se remontaba a la década anterior y ciertas incer...
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