En lo que va del año los tres principales partidos políticos del país han tenido cuestionamientos éticos. La primera mancha se estampó en el Partido Colorado en marzo con el caso del Cambio Nelson, que terminó con el primer suplente del diputado Germán Cardoso, Francisco Sanabria, en prisión por maniobras ilegales (véase nota sobre este caso en página 10). Después le tocó al partido de gobierno; a principios de este mes el Tribunal de Conducta Política del Frente Amplio y (este miércoles) la Junta de Transparencia y Ética Pública determinaron que el vicepresidente Raúl Sendic utilizó de forma indebida la tarjeta corporativa que se le proporcionó cuando fue director de Ancap. Aunque la justicia todavía no se ha pronunciado, la cancha quedó flechada. Esta semana le tocó al Partido Nacional (PN): el diputado por Tacuarembó Wilson Ezquerra y el intendente de Soriano, Agustín Bascou, están desfilando por los juzgados.
Ezquerra enfrenta un tribunal de faltas y otro penal por manejar alcoholizado y atropellar a una señora; Bascou fue denunciado por los ediles frenteamplistas por librar cheques sin fondo en su actividad privada y por comprar combustible para la Intendencia de Soriano en estaciones de servicio de su propiedad, cuestión que llevó a la senadora Verónica Alonso (Federación Wilsonista) a decir que ella, en su lugar, renunciaría. Jorge Larrañaga, líder de Alianza Nacional, sector al que pertenecen Ezquerra y Bascou, defendió el accionar de ambos y señaló que el primero pidió disculpas a la población, según publicó El Observador. El presidente del PN, Luis Alberto Heber, confirmó a Brecha que el martes ambos casos serán analizados por el Comité de Ética del PN, y el lunes, en Colonia, durante la sesión del Directorio del partido.