Gorillaz irrumpió en la escena musical con “Clint Eastwood”, un single que mezclaba pasajes rapeados con un estribillo contundente que proclamaba: “El futuro está llegando”. Y casi parecía verdad, el futuro estaba llegando. Corría el año 2001: la cadena Mtv daba sus últimos coletazos en la industria musical antes de convertirse en un mero aparato de frivolización masiva, dos aviones se acercaban lenta pero inexorablemente a las Torres Gemelas para inaugurar la invasión de Afganistán, el presidente argentino Fernando de la Rúa abandonaba la Casa Rosada en helicóptero mientras Uruguay, a tono con la región, se hundía en una de las crisis económicas más profundas de su historia. Desde la pantalla, una banda de dibujitos animados con ojos negros y aspecto callejero repetía con cinismo y resign...
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