De los
músicos uruguayos de raíz folclórica que surgieron en
los años sesenta, entre los que se destacan Alfredo Zitarrosa, Daniel
Viglietti, Los Olimareños, Héctor Numa Moraes y José Carbajal, Marcos Velásquez
parece estar en un escalón inferior de reconocimiento y popularidad. Las
razones de este rezago no deberían pensarse en relación con la calidad
artística, sino tal vez con factores históricos y de difusión. Por eso, el
último libro de Rodrigo Camaño, Marcos Velásquez. Cantor criollo,
editado por Perro Andaluz con el apoyo del Fondo Nacional de Música, es a la
vez un valioso aporte para la historia de la música uruguaya y un acto de
reparación para un músico injustamente postergado.
Velásquez se definía a sí mismo como
“cantor criollo” (y no como folclorista), en la tradición de ...
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