Cuál será su impacto es difícil de aventurar. El Foro Global sobre Transparencia e Intercambio de Información para Fines Fiscales, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), decidió impulsar una reforma del sistema fiscal internacional, para que las grandes empresas multinacionales paguen impuestos en los países donde operan y obtienen beneficios, y la creación de un impuesto global (véanse, a propósito, las páginas 9 y 10). La declaración, impulsada por el G-20, contó con la adhesión de 130 países y jurisdicciones; entre ellas, Uruguay.
La medida se explica por aspectos estrictamente económicos. En la última década, cientos de multinacionales, como Apple, Amazon, Google y Uber, migraron su sede fiscal a países como Irlanda, Holanda y Luxemburgo, seducidas...
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