Quizás la mayor señal de ruptura fue la ausencia en la ceremonia del ahora expresidente Jair Bolsonaro, quien había viajado en las vísperas a Orlando, Estados Unidos, donde permanecerá al menos un mes. Sin la presencia del líder ultraderechista para pasar la banda presidencial, tradición seguida por todos sus antecesores en el período democrático, se había creado una gran expectativa sobre quién cumpliría el rito. Si bien la mayoría del público esperaba ver en ese rol a la expresidenta Dilma Rousseff (quien fue destituida en 2016 durante su segundo mandato), la sorpresa ya estaba preparada. Luego de ser juramentado oficialmente por el Congreso Nacional, Luis Inácio Lula da Silva subió la rampa del Palacio de Planalto acompañado de ocho representantes de distintos sectores de la sociedad, ...
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