Electroshock - Brecha digital
Columnas de opinión Suscriptores

Electroshock

Los tiempos en que Richard Nixon se presentaba barbudo y sin maquillar o Enrique Pons Etcheverry lanzaba diatribas como bocanadas de humo a los militares o Jorge Batlle daba rienda suelta a su temperamento se remontan a la prehistoria de los debates. Esta columna de opinión habla sobre los signos del “casi debate” en la actualidad.

En el siglo XXI hay mucho saber acumulado y menos margen para tropiezos colosales. Los candidatos Pedro Bordaberry, Luis Lacalle Pou, Pablo Mieres y Tabaré Vázquez fueron sentados por orden alfabético, que casualmente coincidió con el lugar que insinúan en el espectro ideológico, de derecha a izquierda. Los organizadores pusieron en esos detalles el mismo cuidado que los candidatos en cada uno de sus gestos e, incluso, su vestimenta. Todos menos Vázquez optaron por los trajes oscuros. Una carpeta sobre la mesa queda bien, otros ajuares no. Justo ahí se guardan pequeños conejos para sacar de la galera: desde un pendrive para expresar cuán transportable es su programa de gobierno (adivinen quién) hasta una tablet, por mentar apenas dos conejos de los varios que mostraron los candidatos el vi...

Artículo para suscriptores

Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social

Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.

Suscribite ahora

¿Ya sos suscriptor? Logueate

Artículos relacionados

Uruguay Suscriptores
Sequía de derechos en el trabajo rural

Las uvas de la ira

Especial 8M Suscriptores
UNIDAD Y DIVERSIDAD EN EL MOVIMIENTO FEMINISTA

«Gracias, amigas»

Especial 8M Suscriptores
El Parlamento busca flexibilizar la normativa que regula la gestación subrogada

Vientre ajeno

Especial 8M Suscriptores
El FA discutirá la ética de los dirigentes denunciados por violencia de género

Lo personal y lo político

Economía feminista: una corriente alternativa que pone la vida en el centro

«Las feministas estamos desordenando el tablero económico»