Los mejores carteles de cine se produjeron durante la segunda mitad del siglo XX en países socialistas: Hungría, Polonia y Cuba. Claro que algunos de otros orígenes son excelentes, pero la proporción de notables carteles de esos países es llamativa. Una de las características de esta rama del diseño gráfico en esos países es la de hacer énfasis en el concepto que quiere trasmitirse acerca de la película que se promociona, antes que en los actores protagonistas.
La tradición cubana del cartel de cine es anterior a la revolución, y sus maestros marcaron la historia posterior. Las películas estadounidenses y mexicanas inundaban la isla, y los cubanos siempre fueron muy afectos al cine. Sólo en La Habana, antes de la revolución, había más de cien salas de cine. Como era habitual, los afiches...
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