No es
novedad que en el género nouvelle la
conflictividad resulta mayor que en un cuento y menor que en una novela. En el
presente caso, Raúl Olivera Alfaro construye una trama apasionante, en la que
no nos enfrenta a un texto cuyo aspecto reivindicatorio contra la impunidad sea
la tónica que prevalece. La sombra luminosa, el fatum que marca los
acordes nostálgicos de Troilo y su bandoneón en el transcurso de la nouvelle
cobran tal importancia que se disparan hasta el título.
¿Por qué El bandoneón de Troilo?
La respuesta es doble. Concreta, cuando Alejandro Rey-noso al dictar su última
clase en el Programa de Preparación a la Judicatura, en la Universidad de la
República, manifiesta a sus alumnos, luego de escuchar “Nocturno a mi barrio”,
lo siguiente: “Ese día serán un bandoneonista, ...
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