Tras más de siete años de instrucción y ocho meses de juicio, la sentencia dictada el pasado 17 de febrero por la Audiencia de Palma de Mallorca puso fin al más mediático de cuantos casos de corrupción política se han desarrollado en España durante la última década. La razón hay que buscarla en la presencia por primera vez, entre los 18 acusados –por malversación, fraude, prevaricación, falsedad y blanqueo de capitales–, de un miembro de la familia real española: la infanta y hermana del rey Felipe VI Cristina de Borbón, y su marido, el ex jugador internacional de balonmano Iñaki Urdangarin, presidente del Instituto Nóos, una asociación sin fines de lucro a través de la cual se consumaron las actividades delictivas por las que ha sido juzgado.
El caso empezó a destaparse en febrero de 2...
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