Podría decirse que todas las vidas están llenas de situaciones límites. No hace falta ahondar mucho en esa máxima, pero hay límites y límites, y más allá de creencias personales o colectivas sobre lo que sucede después de la muerte, es claro que morir constituye el límite más absoluto y determinante. Pero incluso dentro de la idea de final biológico de una persona, hay embrollos entre los que el sentido de lo limitante se pinta de tonos diversos. La novela El mundo nuevo narra incontables muertes producto de enfrentamientos políticos, de asesinatos a sangre fría, de enfermedades graves, de suicidios y de algunos otros factores. Nada es más doloroso que la muerte de un hijo. Eso sucede en la novela. Nada es más doloroso que saber que un hijo va a morir y tomar la decisión de suicidarse, po...
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