Alegría sin padrinos - Brecha digital
La consolidación de Más Carnaval

Alegría sin padrinos

El carnaval alternativo completará cerca de sesenta escenarios este febrero con el apoyo de los vecinos, las organizaciones sociales y algunos municipios. El apoyo que faltó fue el de las intendencias, incluida la montevideana, que explica su posición.

Más Carnaval en el tablado de la cooperativa Covireus, en Montevideo, el 16 de febrero Héctor Piastri

En un informe sobre la expansión del fenómeno murga estilo uruguayo por toda América Latina, publicado el martes 15 en La Diaria con la firma de Andrés Alba, se destaca que la proliferación de estos conjuntos en Argentina, Chile o Colombia se da sin que haya de por medio un concurso como excusa para hacer murga. Es más, dice el autor, en 2020 se realizó un concurso en Mar del Plata, Argentina, y este provocó resistencias entre los grupos murgueros. En Montevideo –la cuna de ese estilo de murga que se expande por América–, donde todo el carnaval es extremadamente competitivo, existe desde 2020 la iniciativa Más Carnaval, que apuesta a la diversidad y la inclusión de estilos y propuestas sin que exista un concurso de por medio, pero, en el año en que la fiesta de Momo regresó tras la obligada detención provocada por el coronavirus, ha encontrado las puertas de la Intendencia de Montevideo cerradas a toda posibilidad de respaldos, pese a los compromisos que había asumido la anterior administración frenteamplista.

Más Carnaval nació en el seno de una comisión conformada en 2019 en el Sindicato Único de Carnavaleros del Uruguay (SUCAU), gremio nacido en 2018 en defensa de los derechos de los artistas de carnaval y contra la precarización laboral que estos viven. Horacio Perazoglio, quien forma parte de la organización de Más Carnaval, contó que la primera experiencia la tuvieron en el Carnaval de 2020. Fue una experiencia «muy tímida si se quiere; dijimos: vamos a ver qué pasa», mencionó el murguista, y luego añadió que pensaron en hacer tres o cuatro escenarios, pero terminaron haciendo más de veinte. «No dimos abasto, tuvimos que dejar propuestas por el camino porque no nos daba la capacidad organizativa», comentó.

El éxito de la primera experiencia fue «una grata sorpresa para todos», dijo Perazoglio, que incluye entre los sorprendidos a los organizadores, a los artistas que estuvieron sobre los escenarios, a las instituciones o grupos que organizaban los escenarios y, por supuesto, al público, del cual «el retorno fue muy bueno», según expresó el artista.

¿Cuál es la diferencia con respecto a las actividades del carnaval oficial, que organiza Directores Asociados de Espectáculos Carnavalescos Populares del Uruguay (Daecpu) y financia la intendencia con dinero de todos los montevideanos? Responde Perazoglio: «Para empezar, no hay concurso y no hay límites de ninguna naturaleza a nivel reglamentario. No hay categorías, no hay límites en cuanto a la cantidad de integrantes, no hay rubros; es recuperar la fiesta por la fiesta misma. Asimismo, todos los eventos que organizamos son con entrada gratuita; esa es una de nuestras premisas. Además, la gestión de cada evento es a medias entre el colectivo de carnaval y las organizaciones barriales, ya sean organizaciones no gubernamentales, ollas populares o clubes», que recaudan fondos para sus actividades.

«Se pasa la gorra y con lo que la gente colabora es lo que se reparte entre los artistas», mencionó el artista de carnaval. Para la temporada de 2022, tienen planificado terminar haciendo unos sesenta tablados y, como firmaron un convenio con Fucvam (Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda de Ayuda Mutua), muchos de los eventos se han llevado a cabo o se llevarán en cooperativas.

Perazoglio señaló que «la proximidad y cercanía con el público» es algo que destaca de la propuesta de Más Carnaval, porque a su criterio es un aspecto que «se ha ido perdiendo en el carnaval oficial». «Los escenarios se han ido alejando de la gente no solo porque se han ido concentrando en el centro –quedan cada vez menos escenarios en la periferia–, sino porque incluso esos –que cada vez son menos y abren menos días– también se han ido alejando de la gente», expresó.

Para Perazoglio se han perdido cosas que eran parte del folclore del Carnaval; una de ellas es el contacto del artista con el público. «Los murguistas, los artistas de carnaval, en todos los escenarios, tienen una entrada para artistas, la gente entra por otro lado. Eso de irse alejando del público, de mantener al artista de un lado y al público del otro, hace que el Carnaval sea frío», opinó uno de los impulsores de la iniciativa Más Carnaval.

«A todo eso es a lo que Más Carnaval se resiste, porque se arma el tablado junto con la gente, se cogestiona, se pasa la gorra, la gente es una sola cosa; bastante más parecido a como eran los carnavales de cuando yo era chico», dijo el murguista, que ve la iniciativa como «el retorno al contacto con el barrio, con la gente».

CONCURSANTES Y PARTICIPANTES

Horacio Perazoglio no cuestiona la existencia del concurso del carnaval oficial, pero explica que la propuesta de Más Carnaval apunta a otro lado. «En la primera experiencia, abrimos una convocatoria a conjuntos. Éramos veintipocos conjuntos, casi todos de murga joven o algunos que ya no participaban en el concurso, como La Gran Siete y la Falta», contó, y mencionó que en este 2022 hay más de setenta artistas de todo tipo inscriptos. «Se amplió mucho el espectro: hay conjuntos de candombe, grupos de teatro, dúos, tríos, solistas, bandas de rock, de pop. Volvimos un poco a aquello del tablado más variado», valoró.

Si uno revisa la agenda de tablados que viene cumpliendo la movida Más Carnaval, tanto en Montevideo como en Canelones, Maldonado y Rocha, se encuentra con nombres tan desconocidos como De Sobremesa Teatro, Ernesto Díaz, Los Mermelada, Candombe de las Pioneras, Vieja Clandestina, Qué Desmadre, Amenaza de Murga, Apariencia Delictiva, Arlequines de Frontera, Palomurga, Lubola Banda, Berón y Bessio, Mistura Bacana, La Miel del Oso, Random, Flor de Títeres, Pardo y Barroso, Diego Pérez y su Conga o figuras conocidas, como Papina de Palma o la murga La Gran Siete.

La respuesta del público a las distintas propuestas que se hacen en los tablados de Más Carnaval es «muy buena», entienden los organizadores. Según Perazoglio, «esa fue una de las grandes comprobaciones que hicimos». Para el organizador de la movida de carnaval no oficial, la gente se ha acostumbrado a participar del carnaval tomándose un ómnibus y yendo a un tablado un día a la semana y, tal vez, alguna vez al Teatro de Verano, pero «no sabíamos si iba a funcionar hacer que la gente volviera al tablado del barrio con su silla, que esté al lado del artista, que, además, ayude y colabore con la organización. Y sí que funciona, porque la gente ha respondido muy bien».

AUSENCIAS DEPARTAMENTALES

Tras un Carnaval 2020 exitoso –las actividades de Más Carnaval se circunscriben al mes de febrero, por lo que la llegada de la pandemia de coronavirus en marzo de aquel año no los alcanzó–, 2021 fue un año perdido para toda la fiesta de Momo y, en el caso de Más Carnaval, significó también la pérdida del tímido reconocimiento oficial que comenzaban a tener. «Habíamos logrado algunos acuerdos con la intendencia a partir del programa Esquinas. En la primera experiencia, ellos apoyaron sin que nosotros supiéramos, es decir, apoyaron a algunos escenarios en los territorios. Para 2021 habíamos alcanzado un acuerdo un poco más formal con ese programa, pero luego la pandemia lo truncó y el cambio de autoridades lo dejó sin efecto», contó Perazoglio.

En concreto, eran 16 los escenarios con audio y luces que el programa de la intendencia se había comprometido a financiar en el Carnaval 2021, pero una vez que asumió la administración encabezada por Carolina Cosse todo se canceló. «No se nos dieron razones de por qué se dejaba sin efecto lo acordado; es más, ni siquiera nos lo dijeron las autoridades, no fue directa la comunicación. Nos mandaron a decir que la intendencia, que es la que gestiona los recursos de todos los montevideanos, para Carnaval iba a concentrar todos sus recursos en el concurso oficial, a través de Daecpu», dijo Perazoglio, organización con la cual Más Carnaval no ha tenido contacto alguno desde que nació.

Como aspecto positivo en materia de respaldos, mencionó que, si bien las situaciones son disímiles, sí tienen buen relacionamiento con los municipios. Algunos «están apoyando la movida, facilitando locaciones y permisos, pero es dispar; en algunos municipios hemos encontrado alguna resistencia» y «trabas burocráticas», indicó Perazoglio.

Héctor Piastri

INDEPENDENCIA DE CRITERIO

Precisamente, la titular del Municipio B, Silvana Pissano, se mostró como una entusiasta de Más Carnaval. La alcaldesa dijo a Brecha que su gestión tomó la iniciativa de apoyar, de la mano del SUCAU, «el tablado popular, la posibilidad de volver a un Carnaval popular, gratuito, coorganizado con las organizaciones sociales y barriales, y los concejales vecinales».

La titular del B dijo que la mecánica es ser coorganizadores de las propuestas que presentan las organizaciones, que hacen estas movidas con fines recaudatorios para diversos objetivos. «Ya desde diciembre estuve coordinando con Soledad Castro en representación del SUCAU [e integrante de este semanario], y nosotros ya habíamos tomado esa definición, política, profunda, de apoyar el retorno de estos tablados gratuitos», porque, «como dice Soledad [Castro], todos los cuerpos merecen Carnaval; se trata de ensanchar la participación de esta fiesta popular».

A la consulta de si existe alguna directiva de parte de la intendencia respecto a qué tipo de eventos carnavaleros respaldar, Silvana Pissano dijo que los municipios tienen total independencia de criterio. «Nosotros, desde el municipio, también apoyamos los tablados que realiza la intendencia y su Dirección de Cultura, pero no somos una división departamental, somos el tercer nivel de gobierno. Los municipios, con su gran fundamento de ser que es la cercanía y la participación, no recibimos lineamientos, acordamos políticas con la intendencia. Por eso tenemos autonomías en materia de lo que apoyamos», manifestó la alcaldesa.

La titular del Municipio B entiende que «los municipios son una nueva plataforma para ensanchar la participación» y por eso es desde ellos que se define qué tipos de respaldos se brindan.

RESPUESTA OFICIAL

Mediante una misiva, la intendencia respondió al requerimiento de Brecha para saber los criterios que se siguieron a la hora de no respaldar formalmente a Más Carnaval. La respuesta establece que esta organización solicitó «apoyo en 2020 a distintas comisiones barriales. Dichas comisiones, que en muchos casos formaban parte del programa Esquinas de la Cultura de la Intendencia de Montevideo, gestionaron y articularon el apoyo mediante recursos que el programa […] dispone para el fomento del desarrollo de la cultura comunitaria en los diferentes barrios».

En 2021, prosigue el texto oficial remitido por la comuna, la organización Más Carnaval solicitó «al programa Esquinas que el apoyo se realice de forma directa, sin implicar, entonces, a las comisiones de vecinos y vecinas. Dado el carácter de Esquinas como política de fomento de la cultura comunitaria y la solicitud de Más Carnaval de fomentar una nueva organización de eventos carnavaleros alternativa a la vigente e institucionalizada, no fue posible realizar el apoyo a través del programa Esquinas, ya que este busca fomentar e impulsar iniciativas culturales de vecinos y vecinas en los barrios, y no tiene bajo su responsabilidad la organización de actividades de carnaval en forma exclusiva».

Este año, «pandemia mediante y con un Carnaval que vamos ajustando día a día a cambios protocolares y sanitarios gubernamentales, la intendencia decide promover un “Carnaval posible”, es decir, uno que se adecua a los protocolos sanitarios e intenta promover el máximo cuidado tanto de los artistas como de sus espectadores. Es por este motivo que se extreman los cuidados y habilitación de espacios para cualquier tipo de evento, limitando así varias costumbres y gajes de la fiesta popular (los corsos barriales no pudieron efectuarse, los desfiles oficiales fueron aforados, entre otras acciones)», añade la comunicación oficial de la Intendencia de Montevideo.

Luego menciona la respuesta oficial de la intendencia y los permanentes ajustes al protocolo que se han debido procesar a causa del coronavirus en un Carnaval que cataloga como atípico. Como ejemplo, recuerda que «recién en la segunda etapa del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas se habilitó la popularmente denominada bajada de los conjuntos del escenario hacia donde se encuentra el público», mencionando, además, que esto únicamente se permite en escenarios con solicitud de vacunas al ingreso (anfiteatro Canario Luna, Museo del Carnaval y Teatro de Verano).

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