Es verdad que hubo festivales durante la pandemia, pero, por múltiples razones, no llegaron a sentirse como tales. Por primera vez en tres años, el Festival Cinematográfico Internacional del Uruguay vuelve a relucir: vuelve a celebrarse en abril, vuelven los aforos completos y las salas llenas, vuelven los invitados especiales. Se impone una vez más como el evento cinematográfico del año, con 11 jornadas intensas, una programación diversa –170 títulos de casi 50 países–, el encuentro con realizadores de variadas procedencias y una riqueza cultural incomparable. La programación tendrá lugar en las salas habituales: las del Complejo Cinemateca, la Sala B del Auditorio del SODRE y Life 21, a las que se suma el teatro Solís para la apertura.
Vuelve también la Competencia de Cine Infantil y Juvenil, que también se vio restringida por la pandemia. Las películas de este ciclo contarán con recomendaciones orientativas de edad. Además, todas se exhibirán en el idioma original con subtítulos (si son necesarios), lo que hoy en día es una verdadera bendición. A diferencia de las salas comerciales, Cinemateca considera que los niños pueden hacer el esfuerzo de leer e invita a los padres y los parientes a llevarlos a ver cine subtitulado. Como bien comentó este martes en una conferencia de prensa Alejandra Trelles, coordinadora y programadora del festival, «la curiosidad siempre le gana a la pereza».
El sitio web +Cinemateca permitirá acceder, desde el 20 y hasta el 30 de abril, a 20 películas de la programación desde cualquier dispositivo ubicado en el territorio uruguayo, pero también este año se ofrecen salas itinerantes en el departamento de Canelones, con una selección de filmes que se exhibirán en Sauce, Las Piedras y la ciudad de Canelones. El portal está inaugurando nuevas características: Reconecta supone una expansión de la página web, en la cual los usuarios podrán interactuar en un foro virtual, con la posibilidad de escribir comentarios, puntuar las películas y generar un historial personal de títulos vistos. Para una mejor orientación a la hora de elegir qué ver, muchas de las películas vendrán acompañadas por comentarios de críticos especializados, a los que los usuarios podrán responder libremente.
Dos títulos destacables son la argentina Cuando oscurece, de Néstor Mazzini, segunda parte de la trilogía protagonizada por César Troncoso, que comenzó con la notable 36 horas, y Desierto particular, del laureado director brasileño Aly Muritiba, un drama sentimental disfrazado de road movie, que recorre el nordeste brasileño. Captain Volkogonov Escaped, de la rusa Natasha Merkulova, es una trepidante intriga política ambientada en el estalinismo. Cadejo blanco, de Justin Lerner, es un muy bien logrado thriller guatemalteco. Promete mucho el documental uruguayo Alter, ópera prima de Joaquín González, una aproximación a un psicólogo y cantautor frustrado que comienza a ser exitoso como imitador de Luis Miguel. Otras realizaciones uruguayas son Bosco, documental filmado durante 12 años por Alicia Cano, y Delia, ópera prima de Victoria Pena Echeverría, una reflexión en torno a la vida de la esposa de un preso político durante la dictadura.
Hace tiempo que esperamos la última película de Manolo Nieto (La perrera, El lugar del hijo), uno de los directores más importantes de nuestro país y probablemente el que más ha sabido inquietar y cuestionar las seguridades de la audiencia uruguaya. En la clausura del festival se exhibirá El empleado y el patrón, una aproximación al Uruguay rural y a ciertas relaciones de poder, y, según comentan quienes la vieron, uno de los grandes títulos del año. Durante la apertura se proyectará Avec amour et acharnement, la última película de la realizadora francesa Claire Denis, interpretada nada menos que por Juliette Binoche y Vincent Lindon, y estrenada recientemente en el Festival de Berlín. Y, hablando de grandes, se podrán ver títulos dirigidos por Ryusuke Hamaguchi (Drive My Car), Ursula Meier (La ligne), Asghar Farhadi (Un héroe), Maximiliano Shonfeld (Jesús López), Denis Coté (Un été comme ça) y la uruguaya radicada en México Diana Cardozo (Estación catorce). Estas películas nos recuerdan que el templo de Cinemateca es el sitio natural para los milagros y las deidades cinematográficas, y que se aproximan las fechas en las que los feligreses debemos acudir raudamente a nuestro ansiado culto.
