Uruguay no es un país que tienda a la biografía y mucho menos a la incierta aventura de biografiar personas vivas. Será a causa de esa idiosincrasia que supone que el uruguayo es en extremo respetuoso de lo privado o será que esos trabajos suelen ser largos de realizar, a menudo ingratos, difíciles de llevar a buen puerto y, a veces, hasta dañinos para la salud de los involucrados. Y es que las vidas de las personas son cosa seria y salvo los políticos, que parecen estar encantados de que se publiquen libros sobre ellos, en las artes la cuestión es bastante distinta. Los libros uruguayos de esta especie pueden contarse con los dedos de una mano: los de los actores Julio Calcagno y Alberto Restuccia, y los de los músicos Fernando Cabrera, Jaime Roos y Ruben Rada. A este breve conjunto vien...
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