El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), esperó hasta el último tercio de su mandato para presentar una reforma constitucional que modifica las reglas de la competencia electoral. No logró su cometido: la reforma no logró prosperar en la Cámara Baja del Congreso.
Fue rechazada la noche del martes 6. Sin embargo, al cierre de esta edición, el oficialismo había logrado aprobar en Diputados un plan B, un paquete de reformas a leyes secundarias que terminó rescatando algunas de las propuestas de la propuesta original, aunque de relevancia menor. La reforma constitucional buscaba reducir el presupuesto del Instituto Nacional Electoral (INE), así como el número de consejeros de ese organismo autónomo; también eliminaba el financiamiento a partidos políticos en tiempos no ...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate