24 DE MARZO EN PANDEMIA, LA VISIBILIDAD DEL DESABRIGO
24 de marzo de 2020. Estoy en la que ha sido mi casa durante todo este año, en el borde (exterior) de la Universidad de Stanford, en Palo Alto, el centro de Silicon Valley, el mero ombligo del monstruo. Un lugar fantástico. Son cerca de las doce del mediodía. En la calle de este plácido condominio no oigo nada de lo que se solía oír todos los días desde que llegué aquí, en agosto de 2019. No hay apenas coches, no se oyen ya los engranajes de las bicicletas que pasan debajo de mi ventana ni las decenas de helicópteros que traían y llevaban pacientes y personal médico al complejo hospitalario que está a una media milla de mi casa, nada, poco más de 500 metros. Apenas pasan ahora tres o cuatro aviones al día mientras antes los había po...
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