Me aconsejaron que llevara cerveza Heineken. Una cuadra antes de llegar a la dirección, compré dos botellas y toqué timbre como un campeón. «¿Qué tenés ahí?», me dijo Alberto Laiseca. «Traje cerveza.» «¿Qué marca?», preguntó. «Heineken», respondí. «¿Está fría?», me apuró. «Por supuesto, maestro», dije, con tono triunfal. «No me gusta fría», clausuró. Parecía un gag, pero se sentía minuciosamente real. Todavía no había puesto un pie adentro del departamento y la entrevista ya se había puesto tensa. El ambiente estaba viciado por el humo y, como me habían anticipado, todos los libros de la biblioteca se veían forrados de blanco. Me ubiqué como pude y, para abrir el juego, preparé una pregunta protocolar: «¿Cuáles son sus primeros miedos?». El Conde se retorció el bigote. «Siempre le tuve mu...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate