Si se la compara con el vasto universo de El señor Fischer (2011) –una ficción atrapante donde Ana Solari indaga la experiencia del mal en su compleja banalidad–, Campo de batalla es un relato de aprendizaje de tono menor: expone a la protagonista infantil a una serie de eventos significativos que le hacen tomar decisiones inesperadas y modifican aspectos de su vida. El personaje no se ampara en el modelo clásico del Bildungsroman –que resulta menos libre–, se afilia al linaje de Mujercitas, la novela de Louisa May Alcott que sacudió la literatura estadounidense del siglo XIX con las andanzas de las hermanas March. En Campo de batalla funciona como posible clave de lectura. Solari llama Louise a su protagonista y la correspondencia sugiere el homenaje.
Al comenzar Mujercitas, Jo, la má...
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