Actualmente, el bachillerato es un eslabón más para llegar a la educación terciaria (es propedéutico), no un fin en sí mismo. Para notarlo, basta con atender a los nombres de las diversificaciones de sexto año como de Derecho, Arquitectura o Ingeniería. «Entonces, claramente este modelo de bachillerato todavía tiene una cultura instalada de ser preuniversitario, que no está mal de por sí. Está bien que exista una trayectoria que le permita al joven ingresar a la universidad, pero ese no es el destino de la mayoría de los adolescentes», explicó a Brecha el docente y director del Instituto Santa Elena y exdirectivo del Instituto Nacional de Evaluación Educativa Pablo Cayota. Una vez culminado el ciclo básico, el estudiante tiene tres opciones por delante: bachillerato diversificado, educaci...
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