Los políticos uruguayos y el coronavirus - Brecha digital

Los políticos uruguayos y el coronavirus

Macedonia.

Días atrás, el exsenador colorado Pedro Bordaberry informó que le dio positivo el examen de coronavirus. Se convirtió así en el primer dirigente uruguayo infectado. Sin embargo, de un modo u otro, todos los actores de nuestro sistema político se encuentran afectados por la pandemia. A continuación, recabamos algunos ejemplos.

Julio María Sanguinetti: “Me recuerda la peste negra del siglo XIV. Mi madre no me dejaba salir a la calle”.

Juan Sartori (entre risas): “Lo del coronavirus es terrible”. Al verse impedido de sacarse selfies, anuncia su retiro de la actividad política.

Daniel Martínez (mientras juega al solitario en el altillo de su casa, de espaldas a una montaña de rollos de papel higiénico): “La cuarentena no es fácil. Estoy a pocos días de ganar otra elección y tengo que ser cuidadoso”. Sus ojos están desorbitados y tiene un poco de espuma en la boca. Se baja una aspirina con un trago de Lysoform.

Edgardo Novick: “En la cuarentena aprovecho y hago cosas que no puedo hacer en el año”. En sus manos tiene el libro Teo en la granja, al revés.

Rafael Michelini: “Uno se siente aburrido, frustrado e inútil [en referencia a sus últimos 25 años en la vida política]. Pero ahora es peor. Por eso volví a abrir el Whatsapp: para estar en contacto con la gente y hacer algo útil”. Comienza a escuchar un audio en el que le preguntan por la salud de Fede Bal.

Pablo da Silveira (visiblemente emocionado): “Lo mejor de la cuarentena es pasarla con alguien, porque si uno está solo, se complica”.

Javier García: “Pedimos calma”. Habla desde un tanque militar que recorre 18 de Julio.

Gustavo Salle (en su audición radial): “Hasta ayer decía que era todo una farsa, que el coronavirus era inofensivo, pero hoy ya creo que es un invento del Fmi para matar a la mitad de la población mundial” (FM Paranoia, de Lascano; martes de 05.00 a 05.08 horas).

Raúl Sendic (vía Twitter): “Yo no tengo nada que ver”. Comienza a recibir insultos.

Pablo Mieres (en la sede de su partido, silenciosa y desolada): “Estamos como siempre, pero a un metro de distancia”. De barbijo, Gerardo Sotelo desinfecta una ventana.

Gerardo Sotelo (mientras limpia con alcohol en gel un cuadro del presidente Lacalle Pou): “Me acaban de nombrar director nacional de la Coordinación de la Lucha contra el Coronavirus. Ya les dije que sí, pero hay que ser serios: antes tengo que hacer la campaña municipal y después asumir en Tnu”.

Pablo Mieres (en su calidad de ministro de Trabajo): “Desde ahora, todos los integrantes del Legislativo y el Ejecutivo deberán desempeñar sus tareas desde el hogar, mediante el mecanismo de teletrabajo”.

Comunicado de prensa del Partido Digital: “¿Vieron, giles? Al final, teníamos razón”.

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