Para dar paso al futuro Ferrocarril Central, estos últimos días de enero se fue retomando, de a poco, el desmantelamiento de las vías del viejo tren. Distintos actores locales, militantes y académicos plantean que esta obra de alcance nacional e interés internacional va a tener efectos muy concretos en los barrios y que la fractura social va a ser difícil de evitar. Esta nota recorre, en la voz de vecinas de Capurro, Sayago y Colón, parte del trazado montevideano.
Una doña camina
sobre el inestable suelo de escombros que, ubicado encima del pedregullo, fue
señalizado con tres conos naranjas. Alguien montó ese precario sendero para
facilitar el cruce, y la doña lo usa ayudada por su bastón. No mira a un lado y
otro, pues sabe que no vendrá ningún tren. En Sayago, como en el resto de los...
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