Vargas Llosa y el golpe de Estado guatemalteco de 1954
Ningún otro hecho en la historia guatemalteca
posee el carácter mítico de la revolución de octubre en la tierra de la “eterna
tiranía”. Muchos estudiosos abordaron ese lapso en que la energía
revolucionaria impulsada desde abajo encontró eco en una generación de jóvenes
estudiantes, políticos y militares que irrumpieron para tumbar la dictadura de
Jorge Ubico (1931-1944) y comenzar a construir un proyecto democrático. Una
parte de esa “novedad” pasaba por el desafío que supuso: desde la elección de Juan
José Arévalo como presidente en 1945, la fuerza del Estado fue empleada para
favorecer a las grandes masas de la población. La justicia social se apoderó
del discurso y la práctica estatales, contradiciendo un “orden”
tradicionalmen...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate