Es una historia ocurrida hace más de cuatro décadas, pero recién en los últimos años se ha logrado visibilizar que en Canelones, y a la vista de todos, hubo un centro clandestino de detención y tortura conocido popularmente como Los Vagones. Lo han logrado ex presos políticos, vecinos y militantes que también –después de mucho tiempo, pero a la vez muy rápido– obtuvieron justicia. El viernes, en el marco de la primera causa por delitos de lesa humanidad que se presenta bajo el nuevo Código del Proceso Penal, fueron formalizados tres ex policías que estuvieron a cargo del centro.
—El tiempo que pasó,
y a mí se me confunde en la cabeza, yo no recuerdo haber comido en todo ese
tiempo, aunque sea del plato del perro, y entonces: ¿cuánto tiempo pasó? –se
pregunta Ricardo Etcheverry, qu...
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