Primero fueron intercambios informales entre académicos y activistas argentinos. Tiempo después se sumaron uruguayos y brasileños, y así el primer congreso internacional vio la luz en Buenos Aires. El estudio sobre las ideas anarquistas crece en todo el mundo porque –arriesgan los involucrados– sus preguntas y respuestas son cada vez más útiles
para entender la realidad actual. La experiencia se reeditó ahora en Uruguay: alrededor de cien expositores llenaron la Facultad de Humanidades durante tres días de julio. Brecha ofrece una breve muestra de lo que allí pasó.
Tiempos de revuelta