Pedro (Sánchez) y Pablo (Iglesias) protagonizaron en los últimos días un nuevo desencuentro que deja a España a las puertas de nuevas elecciones. Más atentos a las sugerencias del empresariado y los grandes medios que a las expectativas de sus propias bases partidarias, los socialistas rechazaron la posibilidad de armar un gobierno de coalición de izquierdas que ofrecía Unidas Podemos. Con distintas visiones en su interior, la formación morada debate su rol frente al Psoe y su ambidiestro presidente.
Imagínatelo, Pablo:
ministro de Gurbundios.
—No lo
veo, Pedro. ¿Qué hace exactamente ese ministerio?
—Su
labor es fundamental, desarrolla flagorcios y furiclodios.
—Déjame
llamar a Echenique, que no lo tengo claro.
—Echenique,
ministro de Trágulas.
Chistes
como este abundaro...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate