La debacle electoral en las últimas elecciones europeas obliga a un replanteo profundo en las fuerzas de izquierda. Tanto Podemos como Francia Insumisa, dos formaciones que habían encarnado la esperanza plebeya contra la mimetización centrista del viejo progresismo, ven cuestionadas su relación con la calle y su pérdida de horizontalidad. La crisis de la estrategia populista abre espacio a otros caminos.
“Un resultado muy
malo, decepcionante”, dijo Pablo Iglesias, líder
de Podemos, de España, en la noche misma de las elecciones europeas del 26 de
mayo. “Esperábamos mucho más”, declaró del otro lado de los Pirineos
Jean-Luc Mélenchon, máximo dirigente de Francia Insumisa (Lfi). Mismo discurso entre los alemanes
de Die Linke, los griegos de Syriza, grupos italianos… La “izquierda d...
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